La vida esta llena de elecciones vitales que reflejan nuestra personalidad y ayudan a definir quienes somos. Son momentos que se presentan desde la más tierna infancia en los que nos vemos obligados a elegir, a tomar un camino u otro, a escoger bando. Bien o mal, derecha o izquierda, creyente o ateo, ciencias o letras, chicos o chicas, Barça o Madrid, Colacao o Nesquik, Té o Café, Coca Cola o Pepsi, McDonal's o Burger King... . Por si todas estas elecciones fueran pocas, en el caso de los frikis se suman toda una serie de elecciones a cual más difícil para avanzar en ese camino de la iluminación que es el frikismo.
Para ilustraros en la importancia y dificultad de estas elecciones voy a contaros las elecciones más importantes que he tomado yo, soberano del Reino del Murciélago:
1ª) ¿Mago o caballero? Mago:
La primera elección como friki la tome sin saber si que la estaba tomando. Tenía cinco o seis años y me compre un libro de "vive tu propia aventura" que se llamaba Los Caballeros Fantasmas de Camelot. En este tipo de libros tienes que ir haciendo elecciones que te llevan de una pagina a otra y solo si tomas las correctas sobrevives a la aventura. Los protagonistas de la aventura eran un mago y un caballero y la primera elección que debías hacer era decidir si querías vivir la aventura en el papel del mago o del caballero. Yo sin tener casi que pensarlo elegí al caballero, si algo había aprendido ya a esa edad era que los buenos siempre eran los caballeros y los malos los magos, y que siempre ganaban los caballeros. Es casi imposible encontrar una obra infantil donde el héroe sea un mago. Después de agotar las posibilidades del caballero simplemente por seguir jugando decidí escoger al mago aunque sin mucho convencimiento, pero cuando termine el libro encarnando al mago mi visión había cambiado radicalmente. Quien quería depender de las armas y de la fuerza bruta cuando podías poseer un vasto conocimiento y tener poderes casi divinos. Había tomado mi primera friki decisión y había entrado a formar parte para siempre del bando de los magos.
2ª) ¿Héroes o Villanos? Villanos:
Esta elección en realidad no se bien ni cuando la tomé, supongo que fue una elección natural y no consciente que tomé debido a mi predilección con los monstruos, pero desde que tengo un poco de consciencia siempre quería que ganaran los malos. Siempre me gustaban más los malos y me parecía muy injusto que perdieran cuando eran objetivamente mejores, y así hasta el día de hoy que en la mayoría de los casos empatizo más con los villanos que con los héroes.
3ª) ¿Star Wars o Star Trek? Star Wars:
Esta elección en realidad fue muy fácil. Nunca había visto Star Trek hasta las películas nuevas, siempre me ha dado pereza ver la serie original, es más nunca he conocido a un fan de Star Trek. En cambio a mi padre si le gusta Star Wars. Cuando yo tenía diez años echaron en Antena 3 la trilogía original de la Guerra de las Galaxias, mi padre me dijo que la viera con él y resulto amor a primera vista. Desde entonces he sido un consumado fan de La Guerra de las Galaxias y la verdad es que nunca he sentido la tentación de cambiar el Halcón Milenario por la Enterprise.
4ª) Marca de videoconsolas: Nintendo:
Esta es otra de esas elecciones que no he tomado conscientemente y de la que me doy cuenta al verlo con perspectiva. Solo he tenido tres consolas en mi vida: la Game Boy, la Nintendo 64 y la PSP. Como es obvio yo siempre había sido de Nintendo y cambie a Play Station porque todo el mundo me decía que me gustarían más los juegos de PSP que los de Nintendo DS. No lo voy a negar, disfrute muchísimo con la PSP, pero echaba de menos a los personajes Nintendo: Mario, Luigi, Bowser, Link, Donkey Kong, Fox McCloud, Kirby... y son precisamente estos personajes, este universo propio que solo Nintendo tiene, el que me hace decir con orgullo yo soy de Nintendo.
5ª) ¿Marvel o DC? Marvel:
Cuando era pequeño desconocía por completo la existencia de las editoriales de cómics. Para mi como era natural todos los superheroes convivían en un mismo universo. En esos primeros momentos de haber conocido la existencia de las dos editoriales hubiera sido de DC ya que Superman y Batman me parecían mucho mejores que Spiderman, el Capitán América y la Masa (como yo conocía a Hulk). Todos ellos eran superheroes que me había enseñado mi padre (mi introductor en el frikismo), pero entonces hice un descubrimiento por mi mismo que lo cambiaría todo. Descubrí a Lobezno y me fascino, se convirtió en mi superheroe favorito, sin duda era invencible con esas garras que podían cortarlo todo, y además yo se lo enseñe a mi padre y no al revés jeje. Lobezno me llevo hasta los X-Men y los X-Men me llevaron hasta Dientes de Sable.Y para cuando descubrí la existencia de Marvel y DC ya era de Marvel hasta la médula.
6ª) ¿Street Fighter, Mortal Kombat o Tekken? Street Fighter:
Como la mayoría de niños de mi generación no descubrí los vídeojuegos a través de una consola o de un ordenador sino a través de una maquina de recreativos. Uno de los primeros juegos a los que jugué y el primero de lucha fue el Street Fighter II. Ese juego me ha acompañado durante toda mi vida, durante tardes y tardes lo primero que hacía al salir de clase era ir al recreativo con mis amigos para jugar al Street Fighter. Me encantaba el juego y me gustó aun más cuando sacaron el Street Fighter'II, una versión en la que por fin podía jugar con Vega, mi luchador favorito. A pesar de la relación de amor con el Street Fighter no faltaron los escarceos con otros juegos de lucha y sobretodo con las otras dos grandes sagas Mortal Kombat y Tekken. El Mortal Kombat de la Game Boy, el Tekken 3 y el Mortal Kombat 4 para Nintendo 64 me alejaron por un largo tiempo del Street Fighter. Pero como el amor verdadero siempre, ahora después de probarlo todo tengo claro que si solo pudiese quedarme con una saga sería la de Street Fighter, y con un juego el Street Fighter'II, tanto es así que tengo una consola solo del Street Fighter.
7ª) Color del mazo de Magic: Verde/Blanco y luego Negro:
Magic: el Encuentro o Magic: The Gathering todo un clásico del frikismo y todo un clásico de las elecciones. Yo comencé a jugar a las Magic prácticamente cuando empezaron a venderse en Cáceres, ese año los Reyes Magos tuvieron la brillante idea de traernos a todos los amigos una caja de inicio de la sexta edición de Magic. Las instrucciones que entraban con la caja eran más bien escasas, un folio por las dos caras donde explicaban la mecánica del juego. Pero jugar a Magic es mucho más que saber la mecánica, y el resto lo aprendes jugando y por los conocimientos que te transmiten jugadores más veteranos que tu. Por desgracia como he dicho Magic acababa de llegar a la ciudad no había una comunidad de jugadores, ni lugares donde se celebraran torneos ni nada de eso; así que sin querer nosotros creamos nuestro propio modo de juego. Para empezar la recomendación de un mazo de 60 cartas nos parecía absurda, y que es que nosotros eramos muy caballerosos y no nos atacábamos hasta que teníamos todo el mazo sobre la mesa, así que nuestros mazos pasaban de las cien cartas y a la hora de elegir colores yo lo tuve claro, verde y blanco que eran los colores que más criaturas traían y los que tenían las criaturas más fuertes. Tal y como jugábamos mi elección era perfecta y no perdía casi nunca. Pero los años pasaron las Magic eran más populares y se celebraban torneos. Una tarde decidimos apuntarnos a uno y allá fuimos con nuestros antiguos y enormes mazos pensando que eramos invencibles, y nos machacaron, nos dieron una paliza tras otra y no se rieron de nosotros por educación. Ese día comenzamos a aprender a jugar realmente a Magic y empezamos a arreglar los mazos. Pero mi mazo estaba tan desvirtuado que era muy difícil arreglarlo, y pase de casi no perder a que conseguir una victoria fuera un acontecimiento. Pero soy muy cabezón y me negaba a hacerme un mazo nuevo. Todo cambio cuando sacaron el bloque de Kamigawa inspirado en Japón, ese bloque estaba plagado de Nezumi (hombres rata de la mitología japonesa) y me encantaron, tanto que por fin me decidí a hacer un nuevo mazo. Un mazo de ratas monocolor negro. No es ni mucho menos un mazo profesional, pero es bastante bueno y excepto contra mazos negros me ha dado bastantes victorias. Aun conservo los dos mazos, el verde y blanco liderado por la Sierpe Escamosa, y el negro liderado por el Roemedulas.
8ª) Ejercito de Warhammer: Skavens
No se como ni de donde pero con diez u once años callo en mis manos un catalogo de Games Workshop (la empresa que fabrica Warhammer) y en él aparecían Warhammer, Warhammer 40000 y Blood Bowl con todos sus ejércitos y equipos. Los tres juegos me gustaron pero el que me conquisto fue Warhammer, que era el que combinaba guerra y fantasía. De Warhammer dos ejércitos me llamaron la atención los Hombres Lagarto y los Skavens (hombres rata), pero no me decidía a cual de los dos jurar mi lealtad. En cuanto pude les enseñe el catalogo a mis amigos y a ellos también les fascinó. Como todos lo queríamos decidimos comprarnos el juego, compraríamos la caja en que venían dos ejércitos: Bretonia (humanos) y los Hombres Lagarto y nos repartiríamos las figuritas. Obviamente yo me decante por el bando de los Hombres Lagarto. Con todo decidido nos encaminamos a una tienda de modelismo donde vendían algo de Warhammer y pedimos la caja básica, cuando el dependiente nos dijo el precio que superaba las 10000 pesetas le dijimos que no teníamos tanto dinero y se nos cayo el mundo a los pies. Nunca conseguiríamos tanto dinero así que poco a poco nos fuimos olvidando de ese fantástico mundo de batallas. Yo no lo sabia entonces pero el destino había conspirado a mi favor.
Años más tarde sacaron una colección de Warhammer por fasciculos (de esas que anuncian a principios de curso) y aquel antiguo deseo volvió a florecer dentro de un amigo y de mi. En los fasciculos entraban Bretonia y Orcos y Goblins, compramos los dos primeros fasciculos, él se quedo con los bretonianos y yo con los orcos y goblins. Jugamos algunas pequeñas escaramuzas, lo pasamos bien y decidimos hacernos un ejercito. A mi amigo le había gustado Bretonia y me propuso seguir comprandonos los fasciculos, yo me quedaba con los orcos y el con los bretonianos. En ese momento recordé aquel antiguo catalogo y supe quien me había llamado más y a quien debia jurar lealtad, a los Skaven. En ese momento no solo elegí mi ejercito y mi raza, sino que hice probablemente la más importante de las elecciones frikis que he tomado, y es que desde aquel momento los Skaven han sido una constante en mi vida, y muy pocas veces he podido resistirme a comprar lo que sale de ellos.
9ª Clan de Vampiro la Mascarada: Ravnos y Lasombra
Sin duda ninguna Vampiro la Mascarada es una de las partes más importantes de mi frikismo a pesar de que nada indicaba que lo sería. Antes de jugar mi primera partida asociaba el rol exclusivamente a fantasía épica (por culpa de Dragones y Mazmorras). Y antes de Vampiro la Mascarada mi monstruo favorito era el Hombre Lobo. Con estos mimbres deduciréis fácilmente que cuando me propusieron jugar a Vampiro la Mascarada no me hizo mucha ilusión. Aún así jugué y resulta que no solo se convirtió en el primer juego de rol al que jugaba, sino después de probar otros en mi juego de rol favorito aun a día de hoy; y no solo eso sino que después de jugar los vampiros habían desbancado a los hombres lobo como mi monstruo preferido, había nacido mi pasión por los vampiros, una pasión que no ha dejado de crecer hasta el día de hoy. El caso es que cuando nunca has jugado al rol y te enfrentas a un inmenso tocho de manual no sabes ni por donde cogerlo, y para crear el personaje simplificas y lo defines por lo más significativo que en Vampiro la Mascarada es el clan. Ahí estaba yo, teniendo que crear mi primer personaje, casi había leído todos los clanes y ninguno me convencían. Y llegaron ellos, los Ravnos, unos gitanos atractivos y timadores, entregados a sus propios vicios y pasiones, no obedecían a nadie salvo a ellos mismos y se consideraban a si mismos magos. Lo había encontrado, ya tenía mi clan. Durante mucho tiempo interprete un Ravnos tras otro, llegue a manejar la disciplina de Quimerismo con verdadera maestría sacandole usos que probablemente ni los autores pensaron. Mi elección estaba tomada y parecía que nada podría hacer que cambiara jamas. He olvidado contar que empezamos a jugar con un libro fotocopiado de otro libro fotocopiado, es decir nuestro manual estaba a varias generaciones de su original. El juego me gustó tanto que decidí comprarme el manual original, ahorré durante un tiempo y acudí a la tienda donde recibí una terrible noticia. El juego estaba agotado y no iban a editarlo más. Y allí estaba yo con una cara de decepción como un piano después de haber ahorrado tanto para nada. El dueño me dijo que aún quedaba algún suplemento, que echará un ojo. Así lo hice y encontré la Guía del Clan Lasombra (de nuevo una jugada del destino), ni los Lasombra ni el Sabbat me habían llamado nunca la atención después de como los pintaban en el manual básico, pero aún así me la compre como premio de consolación. Y menos mal que lo hice, leyendo esa guía descubrí lo que era realmente el Sabbat más allá de la propaganda de la Camarilla, y descubrí la gloriosa historia del Clan Lasombra asociada a la nobleza española. Cuando termine de leerla había tomado una nueva decisión, no renuncie a los Ravnos, pero a partir de entonces también pertenecería a los Lasombra y el Sabbat.
10ª Casa de Juego de Tronos: Stark
Tras la elección de los clanes de Vampiro ha pasado mucho tiempo hasta que he sentido que debía volver a escoger bando friki. Concretamente hasta que descubrí la serie Juego de Tronos y después los libros de Canción de Hielo y Fuego. Una de las mejores cosas de esta historia es lo complejo de sus bandos, los personajes no se dividen en buenos y malos, sino en familias que a su vez están unidas por una madeja de juramentos de vasallaje. Todas los bandos sin excepción son grises, con miembros buenos y malos, luminosos y oscuros, por lo que cuando empiezas a sentir simpatía por alguno de los bandos y deseas que ganen lo haces sabiendo que tiene tantos defectos como sus enemigos. En mi caso mi lealtad esta con la Casa Stark. Son honorables antes que cualquier cosa, recuerdan las leyendas las toman en serio y las respetan, y tienen una extraña conexión con la naturaleza a través de los antiguos dioses, eso sin olvidar que son los últimos descendientes de los Antiguos Hombres por lo que llevan más tiempo en Poniente que nadie.
Seguro que he hecho muchas más elecciones frikis en la vida, pero estas han sido algunas de las más claras e importantes, además de un buen ejemplo de lo compleja, completa e interesante que es la vida del friki.
Saludos.